¿Es usted un pesopesado? (primera entrega)

A partir de este momento y con una frencuencia a determinar iremos desplegando una serie de preguntas y tips con las que cualquier lector podrá determinar su grado de pesopesadez, real o potencial. Porque no olvidemos que en este campo lo importante es la actitud, ya que casi todo flacucho esconde un pesopesado dispuesto a revelarse en cualquier momento (y si no veamos famosos ejemplos como el de Diego, Moira Gough, Lanata o Alicia Bruzzo sin ir más lejos)

He aquí el primero:

1. ¿Ha notado usted que las rodajas de pan lactal no sólo varían su tamaño de marca en marca sino también que muchas veces no tienen el mismo espesor?

Esta variable es fundamental a la hora de hacer casi cualquier dieta (en realidad a la hora del desayuno y/o merienda de casi cualquier dieta) ya que en general se indica "una rodaja de pan" sin especificar sus dimensiones.

Estado vegetativo

Y no sé que es peor: si hacer dieta o que a algún miembro de tu familia se le ocurra hacerla, o que de un día para el otro asuma la firme convicción de que matar animales está muy feíto, convicción que se le pasará a la semana cuando muera por un churrasco o una pata de pollo, convicción que se convertirá en una cara de asco descomunal al ver el panaché de verduras disfrazaditas de algo "comible" o la tarta de zapallitos con harina integral que le preparaste con amor y altruismo.
Sindudamente, los vegetarianos no son seres humanos.

Media mañana y media tarde

En pos de comer más lo-que-sea pero al fin de cuentas MAS, en el plan de alimentación (porque ni somos gordos ni estamos dieta, somos *personas con medidas especiales* que adoptamos un *plan de alimentación*) aparecen esos horarios del día en los que la gente normal hace su vida y a lo sumo pica algo, cualquier cosa, mientras que nosotros nos vemos obligados a sacar la manzana, el yogur o el táper con medio huevo duro, tiritas de zanahoria. una rama de apio o delicias por el estilo: eso que en la jerga se denomina COLACIÓN.

Así es. Cuando uno está a dieta la *colación* es una de las primeras palabras que sufre una transformación absurda: deja de ser un delicioso bocadillo dulce típico de algunas localidades del interior (y rebosante de azúcares, calorías, hidratos de carbono, lípidos, grasas trans, colesterol, triglicéridos, antrax y demás cosas perjudiciales para la salud) para devenir manzanita, yogurcito o tapercito con huevito y verduritas.

No sé si es peor comerla que saltearla.

Lista de alimentos diarios

Una de las cosas más absurdas de empezar una dieta es que de repente empezás a comer más. *Más racionalmente* o *más balanceado* te dirán los profesionales e idóneos, *más sano* los que te acompañan al menos en el sentimiento. Como sea, comés MÁS: no terminás de bajar el desayuno que ya viene la media mañana y que no se te pase porque al toque llega el almuerzo y, en plena vorágine y con el entusiasmo que traés, a la hora de la cena hacés el balance y te das cuenta de que te faltaron medio vaso de leche, el queso, una de las frutas, el yogur, el caldito, etc., lo cual no sería nada si no fuera porque ahora ya sabés que no cubriste la cuota de calcio, la de hierro, las vitaminas y todas esas cosas raras como el fosfato, el omega 3 y demás conjuros que se supone son indispensables para ser una persona normal y con energía.

Normal y flaca, claro.

Lunes otra vez

¿Cuántas veces dijiste "basta, tengo que hacer algo para bajar de peso"?
¿Cuántas veces decidiste con firmeza "el lunes empiezo la dieta"?
¿Cuántos lunes la empezaste con energía y cuántos otros la postergaste hasta el lunes siguiente?

Si no te alcanzan los dedos de la mano, bienvenido al club. Hagamos de cuenta que hoy es lunes y empezamos con este auténtico campeonato de pesos pesados.

Y roguemos para que la voluntad nos dure.